sábado, 20 de diciembre de 2014

Escenas de invierno en el arrozal.

 
Tras la cosecha del arroz, las parcelas quedan en rastrojo, donde el grano suelto será aprovechado por grullas y ánsares.
  
A lo largo del invierno, en las zonas donde se cultiva el arroz, también se repetirá esta escena de tractores fangueando, se trata tractores equipados con ruedas metálicas que mezclan los tallos del rastrojo con el lodo facilitando así su pudrición, durante este proceso, los tractores son seguidos por un gran número de aves como cigüeñas blancas, garzas reales, garcillas bueyeras, garcetas comunes, gaviotas reidoras, gaviotas sombrías y a veces incluso podemos encontrar otras aves como garcetas grandes o garcillas cangrejeras, todas estas aves siguen al tractor que va dejando al descubierto numerosas presas de las que se alimentan como cangrejos, anfibios y  diversos invertebrados.
 
 
 
Tras el fangueo, el arrozal quedará convertido en una lamina de agua que será aprovechada por diversas especies de limícolas que harán una de la tabla de arroz como zona de alimentación, la presencia de unas u otras especies se verá favorecida, entre otros factores, por la mayor o menor profundidad de la lámina de agua. Por su parte, las grullas, podrán volver a utilizar las parcelas de arroz fangueadas, pero ya no como zona de alimentación sino como dormidero.

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